jueves, 15 de diciembre de 2011

Violaciones al Debido Proceso en el Caso Isaías (VII Parte)

La interferencia de las demás funciones del Estado en la Función Judicial, principalmente del Ejecutivo:

Como se dijo en el punto anterior, la destitución de los Conjueces, su enjuiciamiento penal y la conformación del tribunal ad-hoc fueron consecuencia de una evidente presión política por parte del régimen del Presidente Correa.

Una vez que los Conjueces dictaron el auto reformatorio del viernes 15 enero 2009, la reacción del Presidente Correa, sus ministros y sus Asambleístas en la legislatura no se hizo esperar. Era de entenderse, las confiscaciones de las que se hará referencia en la segunda parte de este informe hubieran quedado aún con menos sustento legal si no existía una condena contra los hermanos Roberto Isaías y William Isaías por “peculado bancario”.

Luego de las declaraciones del Presidente, el primero en reaccionar fue el bloque legislativo de Alianza País en la Asamblea Nacional, específicamente los asambleístas Virgilio Hernández y César Rodríguez, que el 19 enero 2009 remitieron un correo electrónico a todos los medios de comunicación y emitieron una rueda de prensa, exigiendo:
  1. Que el Fiscal General del Estado inicie una investigación por prevaricato contra los conjueces y pida su prisión preventiva.

  2. Que el Consejo de la Judicatura destituya de inmediato a los conjueces, pues de lo contrario se iniciaría un juicio político en contra de sus miembros.

  3. Y que la Corte Constitucional de inmediato inicie una acción extraordinaria de protección para anular el fallo.
Esa misma mañana, el doctor Washington Pesantez, Fiscal General del Estado, anunciaba el inicio de la investigación y el pedido de prisión preventiva para los Conjueces, evidenciando el control del gobierno sobre el ministerio público.

Simultáneamente, el doctor Benjamín Cevallos, presidente del Consejo de la Judicatura, para librarse del juicio político con que lo amenazaron, acató de inmediato la orden y, sin siquiera preocuparse de abrir un expediente, suspendió por 90 días a los Conjueces. Esta suspensión era necesaria para poder dar paso al Tribunal de Excepción o de juecesocasionales”, antes referido.

La semana siguiente, el 26 enero 2010 los miembros de la Asamblea aprobaron por mayoría de votos (todos los votos del gobierno incluidos) una resolución que básicamente recogía las declaraciones de los Asambleístas Hernández y Rodríguez, la que se publicó en el Registro Oficial del 4 febrero 2010. Esta es una de las pocas ocasiones, si no la única, en que un acto tan grave de intromisión en la justicia por parte de la legislatura, en una acción política instruida por el Presidente de la República, se publica en el Registro Oficial.

Con tan fuerte intromisión política es imposible que existan jueces dispuestos a conocer este caso con independencia y honestidad, pues hay dos caminos: o la condena a los hermanos Isaías por peculado bancario o la destitución y probablemente la cárcel para los jueces que no procedan de esa manera.

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