Las incautaciones sólo podrían haber sido realizadas para cubrir los valores de los depósitos pagados por la AGD a los clientes de las instituciones financieras, con el propósito de que la AGD recupere tales fondos.
Todos los depositantes de
Filanbanco fueron pagados con el producto de la liquidación del
banco, de propiedad del Ministerio de Finanzas. Nunca se ocuparon
fondos de la AGD para pagar a los depositantes de Filanbanco.
Además,
la
familia
Isaías
salió
de
la
administración
de
Filanbanco
cuando
fue
nacionalizado
el
2 diciembre
1998. Filanbanco
cerró
en
junio
2001, luego
de
permanecer
3 años
bajo
administración
estatal
y
por
una
sola
razón:
no
pudo
soportar
la
fusión
con
un
banco
muy
deteriorado,
La
Previsora,
dispuesta
por
el
Gobierno.
Los
depositantes
de
Filanbanco
que
fueron
perjudicados
no
confiaron
sus
dineros
a
los
señores
Isaías,
que
salieron
3 años
atrás
de
la
administración
del
banco,
sino
al
Estado
ecuatoriano,
que
los
hizo
confiar
en
su
respaldo.
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